La posibilidad de que este año se sancione la ley que despenalice el consumo de marihuana, plantea un nuevo capítulo en los cambios sustanciales a las normas a partir de reclamos populares basados en los derechos individuales. En el marco del debate, más allá de la exaltación de presuntos beneficios y desventajas, asoma la hipocresía como último obstáculo. Escribe: Joaquín Castellanos Fotos: Sebastián Granata Los manifestantes más relajados de la historia de la Plaza San Martín subrayaban con su presencia la base de la estatua ecuestre del Libertador. Muchos otros estaban desparramados en el césped, sentados (la mayoría), carentes de la tensión habitual que impera en los reclamos en éste y otros espacios públicos. El sábado 5 de mayo la versión local de la Marcha Mundial Marihuana (3M) juntó a unas 6 mil almas en Rosario -sumadas al clamor de unas 60 mil personas en 16 ciudades de todo el país- bajo la consigna “¡Despenalización ya! No más presos por plantar”, con
de Joaquín D. Castellanos