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Mostrando entradas de mayo, 2012

MAYO Y ONCE MESES MÁS

Al porteño edificio de la Jabonería de Vieytes, cuartel ideológico de la Revolución de Mayo, lo pasó por arriba la avenida 9 de Julio, algún día de la década del 60 del siglo pasado. Igual, dicen que, por suerte, las ideas ya no estaban ahí adentro. Algunos creyeron haberlas sumergido antes para siempre junto a un abogado apagado misteriosamente en altamar, las presumieron podridas en la lengua deshecha del "orador de Mayo" o las adivinaron fundidas en los bolsillos vacíos del creador de la Bandera. Pobres de los vaticinadores profesionales del destino de las buenas causas. Hoy, a 202 años de la gesta nacional más noble y austera, el mayor homenaje a Mariano Moreno, Juan José Castelli y Manuel Belgrano es la cabal existencia de miles de pensadores y laburantes anónimos que se levantan de la cama cada día soñando con la posibilidad de  volver cada vez más mayo a los once restantes meses que trae el almanaque. Siempre da placer toparse con los desparramados cachitos

ATAHUALPA YUPANQUI, ESE SOPLO ETERNO

Para mi viejo, responsable absoluto  de este sentimiento  yupanquiano La quietud de la madrugada respira la voz y la guitarra de Atahualpa Yupanqui. Lejos de las precipitadas actividades del día, la noche se esconde atrás de un silencio aparente. La calma es una canción que se escucha con las entrañas. Las cuerdas, apenas por encima de lo necesario para ser sonido; la voz, un rumor vestido  de palabra  con lo justo. La poesía, sencilla y profunda, la traducción perfecta del mundo hombre adentro.    Se llama como quiso llamarse, por timidez, desde los 13 años, cuando debió firmar al pie de sus primeros sonetos y poemas. Primero fue "Yupanqui" y luego le antepuso "Atahualpa":  "el que viene de lejanas tierras para decir algo", en quechua.   Héctor Roberto Chavero había nacido en enero de 1908  en Campo de la Cruz, un paraje ya desaparecido, cercano a Pergamino. Su vida fue la inquietud, la curiosidad permanente del que a

QUEREMOS PREGUNTAR (TODO)

La curiosidad, que no tiene color predeterminado, es el motor de nuestro oficio. Cuando este domingo Jorge Lanata hizo uso de una noble e inolvidable idea de Tato Bores pero con fines muy distintos, la sensación fue similar a la que me provocan los que trafican con la fe. El montaje de su propio 876 -un espejo del programa ultraoficialista de la TV Pública que desprestigió hasta el hartazgo- a través de un coro de trabajadores de medios hasta entonces dispersos, reunidos para la ocasión, no hizo más que confirmar lo que uno ya suponía: las dos caras de una moneda están hechas de lo mismo.   La pulseada tiene sentido hasta que el odio opera inescrupuloso y supone, hacia ambos lados, que todos miramos por sus ojos de verdades absolutas a las que no les entra una bala.  El paso de la crítica al ataque es el límite. Y el desequilibrio puede resumirse en esta toma de rehenes (de opinión) en una somera reflexión: EL PERIODISMO ES LO QUE QUEDA DENTRO DE ESE PARÉNTESIS ENTRE LA ANIMOSIDA

HIPNO NACIONAL (VERSIÓN DÉCADA DEL ’90)

Hoy postales del rito mercado “¡Liberal, liberal, liberal!” Hoy el ruín nos derrota y condena, vende todo al doble, igual da. Y a su trono vilísimo ardieron   las provincias sumidas del Sud. Y los libros del mundo suponen del gran pueblo argentino su alud. ¿Serán eternos “los gardeles” que supimos perseguir? Colorados de fobia vivamos o juremos con dólar morir.

VETERANOS

No es mentira lo del antiguo hormigueo (de cuando el referí pitaba convocante y yo me subía las medias adolescentes rumbo a la cancha enneblinada de las nueve de la madrugada de otro domingo sin gente). También es cierto  que la alfombra que imita  al yuyo  hace interferencias en la encomendación  al dios del potrero. Pero, ¿dónde se ha visto que los artificios  de la razón  ahoguen la fe de los vestuarios?   ¿Acaso las canas o la calvicie, la panza, las esposas y los hijos,  los deberes, los horarios son motivos suficientes  para atentar  contra la resurrección del picado? El fundamentalismo eterno de los jugadores frustrados no teme siquiera a esa ambigua percepción del fútbol 5 que aturde en el ámbito de los galpones remozados: mientras otros ven hombres en cámara lenta los pibes de siempre seguimos pateando el bollo de papel en  en el patio de la escuela. Es que miran desde afuera,  atrás de los rombos de alambre que, se

SAN LUIS: PASEN Y VEAN (CALLES DE ROSARIO)

Más de cien colectivos por hora con dos miniterminales en pleno centro; un promedio de ocho puestos de ventas ambulantes por cuadra; trescientos metros de comercios mayoristas con carga y descarga de 8 mil bultos diarios. El estudio de implementar corredores exclusivos para el servicio público de transporte en calle San Luis hizo estallar apresuradamente a un grupo de comerciantes y desnudó la real dimensión del descontrol cotidiano que impera en  el popular paseo de compras a cielo abierto en el corazón de Rosario. Escribe: Joaquín Castellanos Fotos: Leonardo Vincenti Es otro mundo. San Luis está a dos calles de la peatonal Córdoba pero tiene su propio microclima. Pintoresca y popular, con su estética deslucida que aturde, transcurre como una cenicienta que lejos de sufrir, revienta de vida comercial.   La atraviesan más de quince líneas urbanas e interurbanas con afluentes de hasta cien servicios de transporte de pasajeros por hora. Las dársenas de las minite

ESENCIAL

Es como si ahora la escalera se terminara y en tres pasos de pallier abro la puerta. La mesa plegable era algún libro y un cuaderno, un naufragio feliz hasta que la madrugada  se deshacía en la puñalada de  un bostezo . En el sueño familiar yo vomitaba párrafos, salía a caminar por los planetas y los vientos. Sufría por amor como quien sale  a hacer los mandados o va al colegio. Entonces el barrio amanecía  bombardeado  por los trinos de los pájaros más entusiastas y pobres del universo. En el silencio se recortaba  la primera voz lejana de un perro y el arranque de la heladera.  Tiene algo, a la distancia, de burbuja, la cocina de la casa de mis viejos. Por la niebla de la vida el retrovisor está empañado  pero me veo. Estoy  huyendo de mí  conmigo a cuestas  como en sueños. Me pasa siempre  que voy de visita  a mi esencia: me veo yendo y viniendo.  Como un reloj con poca pila que obstinado   sigue latiendo .

DOMADOR DE IDEAS

Foto: Ana Armendariz DNI  El prestigioso Ronald Shakespear, pionero del diseño en Argentina y reconocido mundialmente, visitó su ciudad natal con la excusa de charlar sobre sus cincuenta años en el oficio y su último libro Señal de Diseño, Memoria de la Práctica (Paidós). Más de 600 personas, en su mayoría estudiantes, asistieron a su particular conferencia en el Parque de España: una clase magistral de filosofía, comunicación, poesía, experiencia y humildad. Un eficiente atentado contra la teoría abstracta. El Concejo municipal lo nombró “Diseñador Distinguido”.  Escribe:  Joaquín Castellanos Podrían habérselo confundido con un señor cualquiera que paseaba por la costanera. Con un profesor universitario que huyó del claustro. Con un tipo del montón que se metió en aquel recinto donde iba a haber una charla sobre diseño porque le interesa el asunto. Por eso es lo que es. Porque, además, Ronald Shakespear es el padre de miles de imágenes urbanas que de tan cotidia