Escribe: Joaquín Castellanos Fotos: Leo Vincenti V&R Editoras En una aparte del bar del hotel ya están dispuestos en la mesa los individuales, los cubiertos y esa atmósfera casi palpable de aromas que gritan que es la hora del almuerzo. Por un ventanal se lo ve en la terraza, levemente recostado en un sillón blanco: la mirada gris le subraya el sombrero panamá por el que a los lados se le escapa una melena entrecana de poeta; lo abraza una chalina con un motivo floreado; trae una chaqueta marrón y sutil sobre una camisa a rayas rosada, jean y zapatillas. Es el inconfundible estilo de Francis Mallmann. _ La cocina se transformó hace ya unos años en un género televisivo. Su carrera su fue desarrollando a la par de ese fenómeno, ¿cómo ve ese recorrido y qué piensa de la cocina televisada? _ Este año creo que cumplo 31 años de televisión… y la televisión ha sido para mí una herramienta muy importante para poder contar qué es lo que me gusta, cómo co
de Joaquín D. Castellanos