A consecuencia del erosionante oficio
vióse rodeado el bate por impropicios
barrotes de desilusión pura rutina.
Lo suyo –que soñara un arte de oficina,
calma floreal, vuelo frugal de golondrina-
volvióse con los días plagados de precipicios
hirsuta picazón del acostumbramiento,
se le hizo costumbre el tratamiento
boxístico de teclear nocauts como palabras
Anduvo pasillos de televisión macabra
y como por un mágico abrakadabra
el poeta se volvió un obrero del diario testamento
Lo que antes decía con seso y apasionamiento,
cual pase de prestidigitación cotidiana,
tornóse escupitajo contra el huraño viento.
Noticiador de la pantalla de la mañana.
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